Nos hace falta la sed...
Queridos amigos:
1. NECESITAMOS LA SED, PARA QUE
NOS AVISE LO QUE NOS ESTÁ FALTANDO... Estos días pasados, en los que
hizo mucho calor, y no refrescaba a la noche, seguro que tomábamos
mucho líquido, más que lo habitual. Y eso porque teníamos también más
sed que la habitual. Esto nos muestra hasta qué punto nos resulta útil
la sed, porque nos avisa que nos está faltando agua para mantener el
equilibrio necesario de nuestra realidad corporal. No hay que olvidarse
que, según los que saben, el 70 % de nuestro organismo está constituido
por agua. Si no fuera por la sed, correríamos el peligro de
deshidratarnos muy fácilmente...
La sed también resulta muy útil
cuando en nuestro organismo hay alguna sustancia en exceso, que es
necesario eliminar. Si comemos mucha sal, o si nos sube el nivel de la
glucosa en la sangre, nuestro organismo trata de eliminar el exceso a
través de la orina, y entonces nos crece la sed, porque se hace
necesario reponer el agua que perdemos a través de ese proceso...
Sin embargo, es posible que la
sed no funcione bien. Eso nos pasa cuando estamos enfermos. El peligro
de deshidratarnos puede llegar a ser muy grave, porque no sólo se hace
difícil o imposible recuperar la salud en esa condición, sino que puede
agravarse la enfermedad. Por eso, cada vez con más facilidad, ante
cualquier enfermedad, si perdemos el hambre y la sed, inmediatamente
nos inyectan suero, que, entre otras cosas, impide que nos
deshidratemos...
2. SÓLO EL AMOR DE DIOS PUEDE
CALMAR TODA NUESTRA SED..."Si conocieras
el don de Dios", dice Jesús a una mujer samaritana. Dios tiene un don
capaz de calmar nuestra sed. Ese don es su Amor. Es un regalo gratuito,
que no se paga, sólo hay que pedirlo y Él lo regala, por eso lo
llamamos también "gracia". La gracia de Dios, el Amor que Dios puede
derramar sobre nuestros corazones, es el único que es capaz de sanar
nuestra sed de eternidad...
Se trata de conocer el don de
Dios, y para eso hace falta recuperar el sentido de la sed, de esa sed
profunda que nos lleva a la búsqueda del Amor de Dios, con el que Él
quiere inundar nuestros corazones, para que vivamos de lo esencial y
para lo esencial. Se trata, en este tiempo, de zambullirse de lleno en
el Amor de Dios, con el que Él nos habla a través de su Palabra, y con
el que Él se manifiesta a través de sus Sacramentos, haciéndonos
alcanzar lo único que verdaderamente nos puede saciar...
3. DIOS NOS LLAMA A BEBER DE SU FUENTE, PARA
SER TESTIGOS DE SU
AMOR...En este tiempo de Cuaresma, entonces, para prepararnos a
celebrar el Amor de Dios, que desde la Cruz nos llama y nos lleva a la
Resurrección, se trata, sobretodo, de acudir con más insistencia, a la
fuente en la que es posible saciar nuestra sed más profunda. Esa fuente
es el mismo Jesús. El que beba del agua que Él nos da, nunca más
volverá a tener sed...