Indulgencia y tolerancia...

Queridos amigos:
 
Esta fue mi predicación de hoy, 21 de julio de 2002, Domingo XVI del Tiempo Ordinario. Me basé en las siguientes frases de la Palabra de Dios que se proclamó en la Misa:
  1. Porque tu fuerza es el principio de tu justicia, y tu dominio sobre todas las cosas te hace indulgente con todos (Sabiduría 12, 16).
  2. El mismo Espíritu viene en ayuda de nuestra debilidad porque no sabemos orar como es debido; pero es Espíritu intercede por nosotros con gemidos inefables (Romanos 8, 26).
  3. Jesús les propuso otra parábola: «El Reino de los Cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero mientras todos dormían vino su enemigo, sembró cizaña en medio del trigo y se fue. Cuando creció el trigo y aparecieron las espigas, también apareció la cizaña. Los peones fueron a ver entonces al propietario y le dijeron: «Señor, ¿no habías sembrado buena semilla en tu campo? ¿Cómo es que ahora hay cizaña en él? El les respondió: «Esto lo ha hecho algún enemigo». Los peones replicaron: «¿Quieres que vayamos a arrancarla?». «No, les dijo el dueño, porque al arrancar la cizaña, corren el peligro de arrancar también el trigo. Dejen que crezcan juntos hasta la cosecha, y entonces diré a los cosechadores: Arranquen primero la cizaña y átenla en manojos para quemarla, y luego recojan el trigo en mi granero» (Mateo 13, 24-30).

 
1. TODOS PODEMOS HACER UNA LISTA DE LOS QUE QUISIÉRAMOS ECHAR (o "hachar": darles duro con un hacha por el medio de la cabeza...). Podríamos hacer cada uno una lista breve, de no más de cinco nombres, con los que quisiéramos que se fueran de la política... (algunos andan diciendo en estos tiempos directamente "que se vayan todos"). Quizás también una lista con los que quisiéramos que se fueran del país, para no tener que lidiar más con ellos. Y puestos a imaginar, hasta se nos ocurriría fácilmente una lista breve de los que quisiéramos que se fueran de nuestro barrio, o de nuestra cuadra, e incluso se nos ocurriría quizás hasta con facilidad los que quisiéramos sacar de nuestra familia, para no tener que ver nada más con ellos...
 
El mal, sobretodo cuando va acompañado de la prepotencia y la impunidad, nos irritan, y pueden provocarnos reacciones violentas. Sin embargo, hay que tener en cuenta que si tuviéramos esa posibilidad de hacer una lista con los que pudiéramos echar efectivamente a algunos, no quedaría nadie, ya que seguro que cada uno de nosotros estaríamos en la lista de más de uno...
 
De modo que la paciencia y la tolerancia hacen falta para vivir con otros, y por lo tanto las necesitamos todos, que no podemos vivir aislados, porque necesitamos siempre de los demás... De eso se trata cuando Jesús nos habla del trigo y de la cizaña, una planta similar al trigo, pero cuyo grano es tóxico y nos hace mal...
 
2. DIOS ESPERA EL TIEMPO DE LA COSECHA, PARA ARRANCAR Y QUEMAR LO QUE NO SIRVE... Ya llegará el tiempo en el que sólo sobrevivirá el trigo bueno, y todo lo demás se quemará...
 
Nadie es hoy del todo y en forma absoluta tan malo, de modo que no haya nada que rescatar en él y ya no pueda cambiar, como tampoco hay nadie que sea hoy del todo bueno, de modo que no haya nadie que lo quiera echar de su vida, y ya no pueda en nada mejorar...
 
Estamos juntos en este mundo, y hace falta un mínimo orden que permita la convivencia. Por eso nos ponemos de acuerdo en unas reglas de juego, que llamamos "estado de derecho", con las que se deciden y se custodian los lugares que cada uno tiene que ocupar. Y por eso está bien, es justo y es necesario, que al que roba o al que mata le corresponda la cárcel, según la gravedad de lo que ha hecho, y que al que miente habitualmente no se le crea todo lo que nos dice si no todo lo contrario. Pero eso no significa que nos podamos hacer dueños de la cosecha, y ponernos nosotros mismos a dictaminar qué sirve y qué no sirve, que se debe guardar y qué de debe tirar, quién puede quedarse en esta barca que es el mundo, en la que vamos todos juntos, y a quién se debe echar...
 
Por eso la Iglesia aceptó en nuestro país sentarse a la Mesa del Diálogo Argentino, aún pudiendo sospechar que no todos seguramente se acercarían con las mismas intenciones. Se acercó para sembrar, no para juzgar ni condenar... (a propósito, ya les he enviado el fruto de ese arduo trabajo, "Bases para las Reformas, principales consensos", unas reglas de juego sobre las que se intenta lograr el mayor acuerdo posible, para trabajar juntos por una Argentina renovada; recuerden que se puede adherir a esas Bases, enviando un correo a basesparalasreformas@undp.org.ar...)
 
3. DIOS NOS LLAMA A LA INDULGENCIA Y A LA TOLERANCIA, ES ÉL QUIEN COSECHARÁ... La Omnipotencia de Dios nos dice el Libro de la Sabiduría, y por lo tanto su Bondad y su Verdad, lo hacen indulgente hasta el tiempo de la cosecha... Sería absurdo, por lo tanto, que nosotros fuéramos intransigentes en nombre de la Verdad. Podríamos quemar muchas semillas buenas, si nos faltaran la indulgencia y la tolerancia para con los demás...
 
Nosotros mismos hemos necesitado de la indulgencia y la tolerancia de muchos para llegar a donde estamos. Tiene sentido, entonces, que estemos dispuestos a ejercitarla con los demás...


Un abrazo y mis oraciones.
 
P. Alejandro W. Bunge
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