1. HAY
MUCHAS HERRAMIENTAS QUE SON MUY ÚTILES, SI LAS SABEMOS MANEJAR... Se
puede pensar en esto cuando vemos a Hipólito, el jardinero del Hogar
Marín, manejando con soltura la bordeadora para cortar el pasto en el
borde de los canteros, o a cualquiera de los ancianos residentes en el
Hogar que lo ayudan en diversas tareas, con la azada o el rastrillo en
la mano...
En
realidad, son continuas y numerosas las ocasiones que nos permiten
constatar que no bastan los mejores instrumentos, sino que además hace
falta saber manejarlos con habilidad. Podemos verlo a Raúl, encargado
en el Hogar de "arreglar todo". Con la misma facilidad y calidad se
ocupa de trabajos de carpintería, electricidad, plomería, albañilería,
y cualquier otra disciplina manual que se le ponga por delante,
manejando con soltura y eficiencia las herramientas más simples y
también las más sofisticadas, con similar solvencia. Lo mismo se puede
pensar de las señoras que en el Hogar van de aquí para allá con grandes
carros en los que llevan las bateas con la ropa que va a la lavandería,
manejándolos por los pasillos con más habilidad que un corredor
profesional sobre un auto de Fórmula Uno...
Por otra
parte, viendo a algunos ancianos en el Hogar moviéndose con soltura y
comodidad a pesar de sus limitaciones físicas, gracias al uso de
bastones, o trípodes, o sillas de rueda, o andadores, no queda más que
maravillarse de todo lo que se puede hacer con las herramientas
adecuadas, utilizadas con ciencia y sabiduría...
2. CON LA MIRADA EN LA
META, TODO TIENE QUE SERVIRNOS PARA SEGUIR BIEN EL CAMINO... Nuestra
vida consiste esencialmente en una vocación, porque parte de un llamado
de Dios. Pero como llamado que es, requiere una respuesta, que está en
nuestras manos. Nos llama a la Vida eterna, y para responder
adecuadamente, lo primero que hace falta es poner la mirada en la meta.
Aunque resulte esencial vivir con los pies sobre la tierra, hay que
mirar al Cielo si en algún momento pretendemos alcanzarlo...
Por eso
Jesús nos advierte con dureza que, si no nos sirven para eso, sino que
se hacen herramientas del pecado, que nos alejan de Dios y de nuestros
hermanos, más nos vale desprendernos de ellos, y llegar al Cielo, que
conservarlos, pero sólo para la condenación y la frustración eterna,
como consecuencia de habernos negado a seguir el camino por el que Dios
nos ha llamado...
Lo mismo podría
pensarse, ciertamente, de herramientas como el voto o el poder que los
votos dan, que deberían estar al servicio de los ciudadanos, finalidad
para la que se han implementado. Muchas veces, en cambio, vemos que se
utilizan para la ventaja propia, el fraude o el negocio oculto, sin más
servicio que al propio egoísmo y fascinación y la perpetuación en el
poder. No debería sorprender, entonces, que los Obispos y el Papa,
fieles a la Palabra de Dios a la que deben su ministerio, utilizando
los instrumentos que tienen a su disposición, un micrófono y la
palabra, escrita o pronunciada, se pongan al servicio del bien común
diciendo lo que tienen que decir, sin atarse a cálculos humanos y sin
atarse a las limitaciones que podrían imponerles cálculos meramente
humanos...
3. TODO NOS TIENE QUE
SER ÚTIL PARA EL SERVICIO DE DIOS Y DE LOS HERMANOS... En resumen, la
advertencia de Jesús nos llama a estar atentos, para utilizar todo lo
que Él nos ha dado, para la precisa finalidad para la que nos ha sido
dado: para el servicio de Dios y de los hermanos...
Pero no
podemos olvidarnos que tenemos también las manos. Ellas son
instrumentos vivientes, que respondiendo a las decisiones de nuestro
corazón, pueden ponerse al servicio de nuestros hermanos. Estas manos
pueden acercarse a ellos vacías, o cargadas de flores, reales o
simbólicas, que muestren lo que estamos dispuestos a hacer por ellos,
sirviéndolos en el amor. No nos olvidemos: vivimos junto a otros,
queramos o no, así es nuestra condición humana. Pero podemos también, y
esto ya no es automático sino fruto de una decisión que debe renovarse
a cada paso, vivir no sólo junto a otros, sino al servicio de ellos,
servicio al que nos lleva el amor...Volver al inicio de la predicación...