Para alcanzar la alegría...

Queridos amigos:
 
Esta fue mi predicación de hoy, 15 de agosto de 2010, Solemnidad de la Asunción de la Virgen, en el Hogar Marín (clic aquí para verla y oírla en Youtube):

Aislado1. LAS ALEGRÍAS SON MÁS GRANDES, SI SE LAS PUEDE COMPARTIR CON LOS DEMÁS... Las verdaderas alegrías ponen su nido en el corazón, y allí echan sus raíces. Pero una vez que llenan el corazón, necesitan expandirse hacia afuera, no se las puede mantener encerradas en el corazón. Nos serviría de muy poco una alegría que tuviéramos que guardar para siempre en el corazón, sin que los demás puedan enterarse. Terminaría aislándonos de los demás y encerrándonos en la soledad...

DormidoPensemos, por ejemplo, en la ocasión de un festejo por un resultado deportivo, o un cumpleaños, o una fiesta religiosa. Si tuviéramos que festejar solos, es muy probable que terminemos durmiéndonos. ¿Quién puede imaginarse a un simpatizante entusiasta de un Club de Fútbol solo en la tribuna celebrando las audacias y aciertos de su equipo preferido? Lo más lógico es que busque unirse a otros, incluso desconocidos, para tener con quien compartir la alegría de ese momento. Es que la alegría de la fiesta va de la mano de la necesidad de compartirla con otros...

CelebrandoY cuanto mayor sea la alegría, más fuerte será la necesidad de encontrar con quién celebrarla. Pero sucede además algo notable, que nos muestra la naturaleza espiritual de la alegría. Porque cuanto más se las comparte, no disminuyen ni se ponen viejas ni "se gastan" sino todo lo contrario, porque compartir las alegrías hace que sean cada vez más grandes...

Una alegría que puede ser de todos, entonces, pasa a ser una alegría mayor. Y justamente de esto se trata en la celebración de hoy. Porque hoy, en la Solemnidad de la Asunción, celebramos a la Virgen María que después de su muerte ha sido llevada "en cuerpo y alma", es decir, completamente, al Cielo, alcanzando anticipadamente la participación en la Resurrección de Jesús, que Él nos promete a todos los que nos disponemos a seguir su camino. Este es el motivo de la alegría de hoy, y es una alegría que no tiene fronteras...

Asunción de la Virgen2. LA ASUNCIÓN DE MARÍA A LOS CIELOS NOS MUESTRA UNA ALEGRÍA QUE ES PARA TODOS... La Solemnidad que hoy celebramos nos muestra a María que ya ha llegado a la más profunda alegría, ha sido llevada "en cuerpo y alma" al Cielo. Conviene saber por qué...

María es el "Arca de la Nueva Alianza". El Pueblo de Israel llevaba en un cofre llamado "Arca de la Alianza" las Tablas de la Ley que Moisés recibió de Dios con los mandamientos. De manera semejante, María llevó en su seno, desde el momento de la Anunciación, a Jesús, nuestro Salvador, que realiza nuestra Alianza salvadora con Dios. Jesús tomó su cuerpo del seno de María. Por eso es razonable que que Él mismo quisiera que el cuerpo de María, del que tomó el suyo, no estuviera sometido a la corrupción del sepulcro. Por eso en María Dios quiso anticipar el resultado final y completó inmediatamente después de su muerte la meta para la que Él mismo nos ha llamado y que podemos alcanzar gracias a la muerte y la Resurrección de Jesús. María, después de su muerte, fue llevada en cuerpo y alma al Cielo. En ella se realizó anticipadamente lo que nosotros tendremos que esperar hasta que se complete el final de la historia...

Asunción, de la VirgenDe esta manera María, la primera después de Jesús en alcanzar la plena alegría en cuerpo y alma en el Cielo, se ha convertido en una figura de la Iglesia. Por una parte, así como ella dio a luz a Jesús, nuestro Salvador; la Iglesia da a luz a los cristianos a través del Bautismo, para hacernos participar en esa salvación. Además, así como Jesús la llevó a ella al Cielo, la Iglesia nos da cada día los instrumentos para caminar hacia el Cielo: la Palabra de Dios y los Sacramentos, instrumentos de la salvación...

El encuentro definitivo de María con Jesús resucitado no tuvo demora. Inmediatamente después de su muerte fue llevada en cuerpo y alma al Cielo. El nuestro, en cambio, tendrá que pasar por ese tiempo de espera que se dará entre nuestra muerte y el fin del mundo. De todos modos, aunque para alcanzar la plenitud de esa alegría eterna habrá que esperar, ya desde el momento mismo de nuestra muerte comenzaremos a gozarla, si hemos alcanzado la meta, el Cielo. Mientras tanto, mientras vamos de camino, nos alienta en nuestra marcha mirar con gozo la resurrección de María, y podemos participar ya de algún modo en su alegría, como hacemos especialmente en este celebración junto con toda la Iglesia...

Visitación de la Virgen a Santa Isabel3. HAY QUE VIVIR COMO MARÍA, PARA ALCANZAR CON ELLA LA ALEGRÍA DE LOS CIELOS... De María aprendemos no sólo cual es la alegría que nos espera en el Cielo, sino también el camino por el que se llega a él. Porque María, además de Madre, fue una fiel discípula del Señor...

María fue una Mujer de fe. Porque siempre le creyó a Dios, aceptando la propuesta que el Señor le presentó a través del Ángel en la Anunciación, abrió sus puertas al Misterio de Dios que en ella se hizo carne, y de esa manera abrió las puertas del mundo para que llegara nuestro Salvador...

CaridadMaría fue una Mujer de esperanza. Por eso pudo ver cumplirse las promesas de salvación que Dios hizo a su Pueblo desde los primeros tiempos. Su visita a su prima santa Isabel fue la ocasión para que, con corazón lleno de gratitud y de confianza, cantara sus alabanzas a Dios en el Magnificat (cf. el final del Evangelio de hoy)...

Pero María es también una Mujer de caridad. Por esta razón, enseguida después de recibir la Anunciación, partió sin demora para visitar a su prima santa Isabel, mujer anciana de quien nacería san Juan el Bautista (cf. el comienzo del Evangelio de hoy). María nos muestra de esta manera que el camino no es sólo fe y esperanza, sino también y principalmente amor. Nos muestra que el servicio es el camino de la verdadera alegría, el camino que nos lleva a Dios. Las Hermanitas de los Pobres nos muestran un modo de ese servicio, buscando el rostro de Jesús en los ancianos enfermos, y enseñándonos a servirlos con alegría y amor. De éste o de otro modo, sabemos que siempre el camino para alcanzar la alegría del Cielo será, como nos mostró con su vida María, mujer de fe, de esperanza y de caridad, el servicio en el amor...


Lecturas bíblicas de la Misa del día de la Asunción de la Virgen:

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Predicaciones del P. Alejandro W. Bunge:
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