Alguien que nos inspire confianza...

Queridos amigos:

 
Esta fue mi predicación de hoy, 2 de mayo de 2004, IV Domingo de Pascua y Domingo del Buen Pastor, en el Hogar Marín. Me basé en las siguientes frases de las lecturas bíblicas de la Misa del día:

 
Pie de apoyo1. SÓLO NOS DEJAMOS CONDUCIR POR ALGUIEN QUE NOS INSPIRE CONFIANZA... Nadie tiene tanta fortaleza propia como para conducirse siempre solo en todos los ámbitos y en todos los momentos de la vida. Cuando nacemos, somos las criaturas más indefensas del universo y nos dejamos conducir por los padres, en quienes tenemos confianza, porque desde el primer momento han sido nuestro mejor punto de apoyo: nos brindaron los primeros cuidados, los primeros calores, los primeros alimentos y las primeras sonrisas...
 
MaestraSin embargo, cuando vamos creciendo nos vamos dando cuenta que con los padres no alcanza. Ellos no lo saben todo, y si queremos aprender todo lo que nos hace falta para desempeñarnos en la vida, necesitamos de los maestros y los profesores. Y entre todos ellos, con el tiempo aprendemos a depositar la confianza en aquellos que más nos han sabido conducir en la dura tarea del aprendizaje...
 
VoluntarioCuando ya hemos crecido, y a veces también antes, vamos perdiendo la firmeza de la salud. Las enfermedades y los achaques nos van enseñando a confiarnos en los médicos y todos los auxiliares de la medicina, cuando éstos tienen no sólo una buena ciencia, sino que además tienen esa cuota de humanidad y de amor que nos llevan a encontrarnos seguros cuando nos ponemos en sus manos. Aquí, en el Hogar Marín, las Hermanitas, que están bien preparadas para eso, no sólo y principalmente por su calidad "profesional", que es mucha, sino especialmente por su exquisita caridad, junto con la enfermera, Chabela, y los voluntarios que colaboran con ellas, son los que brindan el apoyo que las debilidad de las enfermedades y los achaques de los años nos reclaman, y nos permiten descansar en ellos, con la mayor confianza... 
 
Pero todo esto no alcanza, si aspiramos a alcanzar el destino de eternidad al que Dios nos ha llamado. Necesitamos alguien más en quien podamos confiarnos, para alcanzar tanta altura y profundidad, que va más allá de lo que humanamente podemos alcanzar...
 
Buen Pastor2. JESÚS ES EL BUEN PASTOR, QUE CUIDA DE NOSOTROS Y QUIERE LLEVARNOS A LA VIDA ETERNA... Jesús es el Buen Pastor que puede llevarnos a ese gran destino que nos ha preparado, porque Él es Dios. Él y el Padre son una misma cosa, nos dice Jesús, y atrae así toda nuestra confianza, para que nos pongamos totalmente en sus manos. Sólo Dios se ocupa y se preocupa por el verdadero bien de todos los hombres. Sólo Él cumple todas sus promesas, que son muchas y muy buenas. Sólo Él atiende al bien de todos, y por lo tanto sólo en Él podemos poner toda nuestra confianza, para que nos conduzca a donde Él quiera...
 
Jesús, como Buen Pastor, nos hace conocer su voz. Sabemos lo que dice, son claras sus Palabras y firmes las huellas por las que nos lleva. Además, como Buen Pastor, nos da el alimento que nos hace falta para llegar a la Vida eterna. Es más, literalmente, Él mismo se hace nuestro alimento en la Eucaristía, y se multiplica tanto cuanto haga falta para estar siempre en la Mesa en la que mejor se alimenta nuestra fe, en la Misa...
 
Juan Pablo II ancianoJesús, el Buen Pastor, hoy realiza su tarea pastoral a través de los que Él ha llamado a este servicio. Juan Pablo II, sostenido por el Amor de Dios y por su fe, preside hoy este servicio, y con él lo realizan todos los Obispos del mundo, con la colaboración de los sacerdotes y la ayuda de los diáconos. La tarea pastoral de todos nosotros (me incluyo, como sacerdote), es nada más y nada menos la que Jesús nos ha confiado, poniéndola en nuestras manos. Por eso, los fieles tienen derecho a ser exigentes con sus pastores (¡con nosotros!), tienen derecho a esperar de sus pastores (¡nosotros!) lo que Jesús les quiere dar a través de ellos...
 
Los fieles tienen derecho a que los pastores los conozcan, como Jesús conoce a sus ovejas. Tienen derecho a que los pastores vayan delante de ellos, señalándoles el camino con la palabra y el ejemplo. Tienen derecho a esperar que los pastores busquen a los que se extravían, para llevarlos nuevamente al rebaño de Jesús. Tienen derecho a que los pastores defiendan y protejan a los más débiles, para que no sean atropellados. Tienen derecho a que los pastores trabajen para mantener unido a todo el rebaño. Tienen derecho a esperar de los pastores que se desvivan para que a nadie le falte la Palabra de Jesús y sus Sacramentos, porque para eso han sido llamados...
 
Oveaj3. NO BASTAN LOS BUENOS PASTORES, ADEMÁS HACE FALTA QUE SEAMOS BUENAS OVEJAS... De todos modos, si prestamos atención al texto evangélico que hemos proclamado hoy, que es el Domingo del Buen Pastor, enseguida nos vamos a dar cuenta que, en realidad, en él Jesús nos habla de las ovejas...
 
Es que el Buen Pastor no nos quiere llevar "a la rastra" hasta su Casa, simplemente nos invita y espera que lo sigamos. Por eso, aunque tengamos derecho a ello, no basta con exigirles a los pastores que sean buenos. Todos tenemos que ser buenas ovejas, y para eso tenemos que esforzarnos. A todos nos hace falta escuchar la Voz de Jesús, que no deja de hablarnos. Todos tenemos que seguirlo a Jesús por los caminos por los que nos lleva, aunque a veces nos parezcan duros. Todos tenemos que estar atentos y despiertos, para que nadie nos arranque de las manos de Jesús, el único Buen Pastor que puede salvarnos. Todos tenemos que alimentarnos siempre con los alimentos que Jesús nos da (su Palabra y sus Sacramentos), porque de esa manera nuestra fe estará firme y nuestro paso será seguro, para seguirlo a Jesús hasta el Cielo, adonde Él nos ha invitado...


Un abrazo y mis oraciones.
 
P. Alejandro W. Bunge
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