El camino y la meta...
Queridos amigos:
1. NO HAY PEOR CIEGO QUE EL NO QUIERE VER, NI
SORDO QUE EL QUE NO QUIERE OÍR... Quienes han nacido sin estos
importantes sentidos, o quienes los han perdido por algún accidente o
alguna enfermedad, se ejercitan para suplirlos con un mayor desarrollo
de los otros. Pero el que cierra los ojos o los oídos a propósito, o
deja que otros se los tapen, de quedan sin ninguna posibilidad de ver y
de oír...
No deja de ser curioso.
Porque, teniendo en cuenta que la vida es como un camino, que tiene su
origen en Dios, y en Él mismo tiene su meta, cuando vivimos como si
fuéramos a vivir para siempre o como si la muerte fuera un extraño al
que hay que resistirse a todo precio, nos parecemos a alguien que se ha
subido a un avión para hacer un viaje, y que al poco tiempo de estar
allí, olvida su punto de partida y su meta, y pretende quedarse en el
avión para siempre. Es verdad que algunos aviones pueden tener tal
cantidad de comodidades y de servicios que hagan olvidar las ventajas
de estar en tierra, pero de todos modos a nadie se le ocurriría que
tiene sentido permanecer en el avión como si fuera una casa
permanente...
2. NUESTRA META ES EL CIELO, AL QUE SÓLO SE
PUEDE LLEGAR DESPUÉS DE LA MUERTE... Todos vamos a morir, y eso en
realidad no sólo no es tan malo, sino que es, o puede ser, muy bueno.
Dios nos hizo para la vida, es Dios de la vida. Pero nos hizo para una
vida que no cabe dentro de ésta que hoy llevamos. nuestra aspiración a
la vida ha sido sembrada por el mismo Dios en los más profundo de
nuestro corazón, y se convierte en una meta posible a partir de la
semilla de eternidad que ha sembrado en cada uno de nosotros. A lo que
aspiramos, entonces, y a lo que podemos y debemos tender,
no es sólo a una prolongación de esta vida "por más tiempo", sino la
Vida que se vive junto a Jesús, con la resurrección. Por eso, teniendo
en cuenta que nuestra vida de hoy es sólo el camino que nos puede
llevar a la que vale, y que no tenemos aquí en esta tierra un destino
que dure para siempre, no importa si es largo o corto el camino, sino
que nos lleve a la meta. Los siete hermanos detenidos, a quienes
querían apartar de Dios amenazándolos con quitarles la vida, nos
muestran el camino que lleva al buen final: "nos resucitará a una
vida eterna, ya que nosotros morimos por sus leyes"; "es preferible
morir a manos de los hombres, con la esperanza puesta en Dios de ser
resucitados por él". Se trata, entonces, de vivir la vida conforme al
camino que nos muestra Dios, para que dé fruto la muerte...
Dios nos hizo para el amor y para la vida, y
nuestra condición corporal le señala las posibilidades y le pone los
límites tanto a uno como a otra. Jesús nos muestra hoy, con su
respuesta a los saduceos, que no creían en la resurrección, que el amor
matrimonial tiene unas limitaciones en nuestra condición actual, que no
tendrá en el Cielo. Nuestra condición corporal le imprime hoy al amor
matrimonial, por el bien de los cónyuges y de los hijos, la exigencia
de la fidelidad, y además la exigencia de la unidad, entre uno y
una...
3. EL CAMINO QUE JESÚS NOS DIO ES EL AMOR,
QUE ES TAMBIÉN LA META... Mientras tanto, es importante no perder el
camino, para no equivocar la meta. El camino es el amor. Es un camino
que tiene sus sombras, debido a nuestras limitaciones...