La fuente de la que surge el amor...

Queridos amigos:
 
Esta fue mi predicación de hoy, 6 de mayo de 2007, Domingo V de Pascua del Ciclo Litúrgico C, en la Abadía Santa Escolástica y en el Hogar Marín:

Zapato especial1. TODAS LAS COSAS, CON EL TIEMPO, O SE GASTAN O SE PONEN VIEJAS... Lo experimentamos, por ejemplo, con los zapatos. Algunos nos resultan especialmente cómodos, nos gustan de manera especial y nos encariñamos con ellos, al punto de cuidarlos con especial dedicación. Pero, por más que queramos hacerlos durar, llega un momento en que ya no aguantan un solo paso más, y tenemos que darlos por jubilados. Lo mismo pasa con la ropa, a veces le tomamos especial cariño...

Tacho de basuraLos hábitos de las religiosas están hechos de telas especialmente fuerte, y seguramente duran mucho. Me imagino, sin embargo, que la Madre Superiora de una Comunidad religiosa debe tener que luchar de vez en cuando con alguna religiosa cuyo hábito ya está tan gastado que no puede volver a usarse, y sin embargo, a pesar de estar muy deshilachado, la religiosa piensa que puede durar un poco más. Y una lucha semejante deben tener las señoras cuando sus maridos se encariñan con un camisa. Les gusta tanto que quieren usarla siempre, y cuando ya está vieja, les parece que pueden seguir usándola, y sólo la dejarán, con pesar, cuando no aguante ni una puesta más. También se gastan los cubiertos, las ollas, las lapiceras. Así es como muchas cosas van a parar al tacho de basura (y dicen que más aún en las sociedades que tienen mejor pasar, en las que es mayor el consumo)...

Las arrugasDe todos modos, no sucede sólo con las cosas inanimadas. Nuestro propio cuerpo también "se gasta" o "se pone viejo". Con el tiempo vamos perdiendo el pelo, y el que nos queda es cada vez más finito. También se nos comienza a arrugar la piel, que nos queda más extensa que lo que tiene para cubrir (de allí que vayan apareciendo los "pliegues" y las arrugas). Además, al revés de lo que quisiéramos, con el tiempo se nos van poniendo más duras las articulaciones, y más blandos los músculos y los huesos...

Pero esto no es todavía lo peor. También se nos puede poner "viejo" el corazón. Cuando esto sucede se nos va poniendo duro e insensible, se nos queda cada vez más agrio y se nos llena de grietas. Esto sucede especialmente con las tristezas y las amarguras que no logramos asimilar...

No podemos hacer mucho para que las cosas no envejezcan, pero sí podemos, en cambio cuidar nuestro corazón, para que permanezca siempre joven. Viene en nuestro auxilio Jesús, que nos muestra y nos trae el Amor de Dios, y nos llama a nosotros a vivir en el amor...

Sepulcro vacío2. EL AMOR AL QUE JESÚS NOS LLAMA HACE NUEVAS TODAS LAS COSAS... Jesús nos dice hoy, como a los Apóstoles en la Última Cena, que nos da un mandamiento nuevo. Tengamos en cuenta, para comenzar, que Jesús, antes de pedirnos nada, nos da todo lo que nos pide. Él es el que nos ama primero. Y su amor por nosotros, que es un amor que salva, se dejó ver en la Cruz y floreció en la Resurrección, con la que venció el encierro en el que nos dejó el pecado y superó las ataduras de la muerte...

FuenteEl amor con el que Jesús nos ama es la fuente de la que surge el amor al que Jesús nos llama. Jesús nos ha enriquecido con su Amor, que es el de Dios, que hace nuevas todas las cosas, y que nos hace a nosotros capaces de vivir como Él vivió y amar como Él nos amó. Porque si hay algo asombroso en lo que Jesús nos dice hoy, no está en que nos llame a vivir en el amor, sino en la medida increíble con la que Jesús nos hace capaces de amar y con las que nos llama a vivir en el amor: como Él mismo nos ha amado a nosotros...

Jesús PastorPor eso es que podemos decir que este amor al que Dios nos llama, aunque se llame "mandamiento" no se entiende del todo si sólo se lo mira como una obligación. En realidad, el amor al que Dios nos llama sólo es comprensible como una fuerza interior que Él mismo pone en nosotros con su amor, ya que Jesús mismo nos da la capacidad de hacer lo que después nos manda. Por eso, el amor al que Jesús nos llama no es algo que "se cumple" haciendo una o más cosas, que se puedan listar en una planilla, y que vamos marcando como quien completa una lista de tareas. Es una actitud permanente ante nuestros hermanos, que necesitamos aprender de Jesús...

Si para comprender la medida del amor al que nos llama lo miramos a Jesús y lo que hace con nosotros, nos vamos a dar cuenta, en primer lugar, que se trata de un amor que se extiende a todos. Nadie queda afuera del amor de Jesús, y nadie debe quedar fuera de nuestro amor. Puede ser que a veces alguno de nosotros quiera dejar fuera de su amor a algún vecino que ya lo tiene harto, pero no podemos hacerlo, ya que Jesús dio su vida también por él. Puede ser que alguno quiera excluir de su amor a algún político, creyendo que no se lo merece, pero no es posible, porque Jesús resucitó también para él. Incluso alguno puede llegar a querer excluir de su amor a algún sacerdote, e incluso a algún Obispo, porque le ha tocado sufrir mucho daño por su causa; sin embargo, deberá pensar que Jesús ha dado la vida por todos. El amor de Jesús es un amor que no se da por vencido e insiste ante todos, incluso con las "ovejas perdidas", y nos enseña de esa manera a no bajar los brazos ante las dificultades que, sin duda, se nos presentarán si queremos vivir en el amor.

Además, el amor de Jesús es un amor constante, y nos ayuda a comprender que no alcanza con un amor "espasmódico". Finalmente, el amor de Jesús es un amor que da la vida por aquellos a quienes ama, y nos recuerda que la única medida que puede tener el amor es que sea sin medida...

Corazón3. NO HACE FALTA LLEVAR MEDALLAS PARA DISTINGUIRSE, SINO AMAR COMO JESÚS NOS AMÓ A NOSOTROS... El Cielo nuevo y la Tierra nueva de la que nos habla San Juan en el Apocalipsis es fruto del amor al que Jesús nos llama, que hace nuevas todas las cosas. Este mundo que nos parece "viejo y achacoso" con tantas sombras y oscuridades que lo embargan, necesita del amor perseverante al que Jesús nos llama para cambiar su rostro. Sin duda, por lo tanto, será bueno que nos hagamos ver como cristianos, viviendo fieles al camino por el que Jesús nos llama. Pero no hace falta que llevemos Medallas en la solapa, ni cruces a la vista, o rosarios colgados en el espejo del auto para hacernos ver...

Jesús confía, y con razón, que será el amor que nos tengamos unos a otros lo que permitirá que los demás nos identifiquen como sus discípulos. Es el modo más sencillo y más efectivo para hacernos ver, sin correr el peligro de querer convertirnos en estrellas. Es el único modo en el que nuestro corazón podrá dejar ver el amor con el que el mismo Jesús nos ama, y será de esta manera efectivamente transparente, ya que hará visible la fuente del único Amor que es capaz de hacer nuevas todas las cosas...


Lecturas bíblicas del Domingo V de Pascua del Ciclo C:

Volver al inicio de la predicación...


Predicaciones del P. Alejandro W. Bunge:
Todas las predicaciones: http://www.awbunge.com.ar/predicaciones/
Valid HTML 4.01!Para suscribirse: predicacionesawb-subscribe@gruposyahoo.com.ar
Para borrarse: predicacionesawb-unsubscribe@gruposyahoo.com.ar